La competición terminó la noche del domingo con un pacto entre los dos finalistas, Huber Felípez Ticona y Ronald Cuéllar, de las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz, respectivamente.
Los dos competidores decidieron parar el maratón después de haber cumplido 200 horas, 30 minutos y 50 segundos en las salas de cine.
Los cinéfilos, que eran 1400 cuando comenzaron a competir el 1 de septiembre, tenían períodos de descanso de 15 minutos entre películas y de media hora para desayunar, almorzar y cenar.
El maratón contó con 60 películas, que fue el récord logrado en 2011, y los competidores estuvieron bajo la vigilancia de médicos y de la policía antidroga para evitar dopajes, informaron los organizadores.
La cadena Center, presidida por el español Jordi Chaparro, ha registrado las evidencias del certámen para pedir la inscripción de la marca en el libro de los récord Guinness.
¡Mas vale que al menos fueran películas buenas! ¿no?
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